Tanto
mi trabajo con el blog, como mi trabajo en el mundo real es muy muy satisfactorio, si no fuera así me buscaría otra cosa. Tened en cuenta que la mayor parte de mi día la dedico a estas labores y me tiene que gustar y llenar sino, loca como una cabra.
Total, que
mis dos trabajos actuales conllevan, por lo menos para mí, una gran responsabilidad y esa responsabilidad hace que afloren mis inseguridades. .Yo, tengo un gabinete psicopedagógico al que cada vez vienen más alumnos (el boca a boca de esta ciudad es maravilloso). Esto es bueno, buenísimo. Yo,
llevo un blog que leen un montón de personas majísimas, que me da muchísimas alegrías y en el que, además, t
engo muchos alumnos, todos los alumnos de mis cursos, que sois un porrón pero de vino bueno bueno bueno.
Y diréis
¿y a mí que co** me importa que tú tengas alumnos? Me alegra que os hagáis esta pregunta porque es lo que quiero contar. Se podría decir que
yo vendo "conocimientos" y siento que tengo una gran responsabilidad porque mi trabajo no termina nunca.Es decir, una persona, cuando vende un producto, se lo vende a alguien y ya está. Tú, vas a la tienda, miras el producto, te lo pruebas, lo tocas, lo comparas, te lo llevas a casa y listo. El dependiente ya no tiene que preocuparse.
Pero a mí eso no me pasa y esto, muchas veces, me genera una gran inseguridad. Seguramente muchos lo entenderéis aunque no sé si lo estoy explicando muy bien (me está costando poner palabras eh...)
Tanto mis alumnos 1.0 como vosotros, aquellos que habéis decidido confiar en mí y lanzaros a diseñar con Power Point (que no es moco de pavo)
sois una responsabilidad ya que yo tengo que estar a la altura de las circunstancias, debo hacerlo muy bien porque del trabajo que yo realizo con vosotros, o con mis alumnos en mi gabinete,
debe haber un resultado.
No es algo que compras, te lo llevas, te lo pones y listo. No, va muchísimo más allá.
Debe haber avance, debe haber aprendizaje, tengo que explicar todo bien para que sigáis aprendiendo y consigáis los resultados que esperáis. Yo no quiero vender humo a nadie, me fastidiaría muchísimo que alguien pensara así. Tanto vosotros, como los niños a los que atiendo.
Está claro que una parte muy importante del logro de metas y objetivos tiene que ver con vosotros. Si no curráis, ya puedo explicaros algo cantando sobre un escenario vestida con un traje de plumas, que no habrá resultados. Esto lo sé.
Pero hay días en los que pienso: ¿ya lo estaré haciendo bien?
Blanca, de personalización de blogs,
me suele decir que no me doy todo el crédito que debería. Y puede ser. Os aseguro que no es falsa modestia, para nada.
Sé que hago cosas bonitas, o por lo menos a mí y a vosotros os gustan, que el final es lo que vale, pero creo que me exijo tanto, tantas veces, que pierdo un poco la perspectiva de lo que estoy haciendo y me centro en lo malo. Está claro que debo hacer autocrítica y mejorar lo que está mal, eso por descontado. Pero también pienso que mi peor troll soy yo,
soy muy porculera conmigo.
Total, que
llevaba unas cuantas semanas muy muy insegura, tanto en mi trabajo 1.0 como en este. Mi cabeza se estaba pasando de lista y me estaba machacando más de lo normal. Esto es malísimo, especialmente para mi salud capilar. Ya
sabéis que cuando me pongo nerviosa se me cae el pelo a matojos.
No me suele costar hacer frente a los cambios, a las vueltas de tuerca, pero oye, no sé qué me ha pasado esta vez que se me ha ido de las manos, una, que es humana.
No estaba segura de que el contenido del blog fuera bueno, no estaba segura
de que mis cursos valieran la pena, no estaba segura de si lo
estaba haciendo bien con mis alumnos en el gabinete. Estaréis pensando... vaya capulla, pues sí que se está vendiendo bien, nos dice que lo que hace no sabe si está bien. Pues sí, os lo digo, porque quiero llegar a una conclusión final, pero antes tengo que dar una vueltica para poneros en situación.
Vamos, que se me juntó todo, así, en un plis plas. Se me hizo un revoltijo de dudas de mier** y se me empezó a ir la olla.
Y después, salí de fiesta para relajarme, y me caí al suelo, me jodí un pie y estallé.
Esta es la versión corta,
en la larga hubo lloros, gritos, un taxista asustado y un novio flipando. A la mañana siguiente,
con el pie en alto y lleno de crema que huele a diossabequé, me paré a pensar. Tenía que estar quietica en el sofá, así que
pude pensar mientras veía pelis malas.La primera conclusión
a la que llegué es que debo pararme más a pensar. Vivo a toda leche, hago cosas, las pienso está claro, pero no me paro a analizarme desde un punto de vista positivo tanto como debería.
Me relajé, café en mano y me dije a mí misma, May tienes un trabajo que te encanta por el que luchas cada día, tu familia mola, tu novio tiene más paciencia que un santo, tus amigas no podrían ser mejores, tu casa es bonita y pequeñita (poco para limpiar), no tienes motivos para sentirte mal.
Claro Pepito Grillo, eso lo dices porque todavía tienes vodka en tu sangre o los vapores de la crema te están colocando... pensé yo. Pero no, estaba sobrio, lo sé. Todavía no estaba muy convencida, aunque me repetía una y otra vez que mi vida mola, que, aunque no duerma muchísimo, disfruto de cada cosa que hago, pero al parecer no terminaba de ser suficiente.
Y de repente, esa semana me llegaron varios emails que me cambiaron el chip totalmente. Leí las palabras de varias personas que han confiado en mí de un modo u otro, releí emails antiguos que tengo guardados, empecé a resolver esos asuntos 1.0 que debía arreglar sí o sí cuanto antes, y todo empezó a mejorar, lento, pero seguro.Y con todo esto qué os quiero decir. Que yo también tengo inseguridades, que aunque me veáis por aquí comiéndome el mundo, el mundo muchas veces me pega un mordisco en el culo y me vengo abajo, como seguro que os pasará a muchos de vosotros. Pero lo que también tengo claro es que si no hago yo las cosas, si no me busco yo la vida, nadie lo va a hacer por mí. Claro que se puede pedir ayuda, consejo, opinión, pero al final, las acciones las tenemos que hacer nosotros.
De nosotros depende decirle a Pepito Grillo : Anda tío, vete a buscar a Pepita o a otro Pepito, lo que más te guste, y déjame un rato en paz. Hago cosas regular o mal, pero también hago muchas cosas bien. Gracias por recordarme que cada día debo mejorar, pero también, déjame disfrutar de los éxitos.
Por que sí, todos tenemos éxitos y siempre son grandes, y los fracasos son éxitos sin terminar. Yo me caigo (metafóricamente... pero al parecer literalmente también) muchas veces. En ocasiones me levanto súper deprisa, pero otras veces tardo un poco más. Pero me levanto, que es lo importante. Yo quiero que vosotros también os levantéis, aunque os quejéis un poquito, pero que os levantéis. Que no busquéis excusas.
Yo siento que soy responsable de que todos los que paséis por aquí, ya sea para aprender, comprar, robar, leer, os vayáis satisfechos. Que percibáis un trabajo bien hecho, con gusto, con ganas y con ilusión, y eso, solo depende de mí y de mi trabajo.
Me encanta esto y saco horas de un cajón secreto que tengo en mi casa. Ya os conté una vez que yo empecé mi negocio con 200 euros en la cuenta corriente, y aquí me tenéis, con poco más pero satisfecha y orgullosa. Llena de responsabilidades e inseguridades, como todos, pero aquí estoy. Si me hubiera rendido ante la primera dificultad, el mismo día que fui a firmar el traspaso de mi negocio me habría ido a mi casa porque me cagué. Pero no lo hice.
Y hay días en los que pienso, quién coño me manda a mí meterme en tantos líos... pero luego, recibo emails como los que vais a poder leer aquí abajo y se me pasa, por lo menos, un ratico.
Sois muchos los que me escribís cada día, doy fe de ello. De media tengo unos 20 emails diarios, todos muy variados. Pero he querido rescatar los emails que me han removido por dentro, los que me han hecho sentirme mejor, los que han hecho que vea con más claridad que lo que hago merece la pena y os ayuda. Perdón a todos aquellos que me habéis escrito y no he publicado su email, seguro que habrá más ocasiones.
(si me dice alguien hace un año que iba a adorarlo tanto como lo adoro, me río en su cara), me he fabricado mi propia agenda 2016!!
Y como estoy loca de contenta, te la enseño, para que la veas!! Seguramente tiene cosas que puedo pulir, pero tal que así, ya estoy encantada con ella... (porque yo lo valgo!)